José Angel Sánchez López -…

Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo.

Charles Dickens

Nuevamente la naturaleza se ensaña con Sinaloa, ahora con más fuerza, más daños, más angustias.

Apenas un mes antes la depresión tropical 19-E golpeó el norte y centro norte de la entidad cuando ahora nos llega el huracán “Willa” para sembrar devastación en el sur de Sinaloa.

Vientos huracanados de entre 180 y 200 kilómetros por hora azotaron los municipios de Escuinapa y Rosario, donde las condiciones de vida de sus habitantes son inferiores a las del norte y centro de Sinaloa.

Por ello, los efectos del huracán son mayores.

Los daños materiales, las pérdidas sufridas por nuestros hermanos del sur son superiores a las ocasionadas por el meteoro que nos golpeó el 19 y 20 de septiembre.

Si bien es cierto, por acá la infraestructura hidráulica de riego sufrió millonarios daños en el sur de Sinaloa los daños materiales fueron en viviendas y plantaciones.

Por el tipo de construcción que se utiliza en aquellos rumbos, las viviendas fueron más fácilmente presa de los fuertes vientos.

Casas derrumbadas, bardas caídas, en otras los techos volaron, caminos y calles inundadas, puentes caídos…

Hay comunidades que hoy jueves todavía están incomunicadas, como Teacapán, Cristo Rey, y otras de la isla del Palmito del Bosque.

Los daños no ha sido posible aun cuantificar, pero se estima que fueron mas de veinte mil familias las damnificadas.

Los furiosos aires derribaron 528 postes y once torres de alta tensión, daños que ya fueron reparados por las cuadrillas de la CFE concentradas en el sur desde horas antes de la llegada de “Willa”. Esos daños provocaron que 45,250 hogares y comercios quedaran sin energía eléctrica.

Afortunadamente no hubo víctimas mortales, gracias a las oportunas medidas preventivas que adoptara el gobierno del Estado en las horas previas a la llegada del huracán.

Ahora si funcionó a la perfección el sistema de protección civil lo que evitó pérdidas humanas.

Es de hacerse notar la presencia del Gobernador Quirino Ordaz Coppel que desde antes de la llegada del meteoro se concentró en Mazatlán con sus principales colaboradores dirigiendo las operaciones de alerta y prevención.

Pasada la tormenta se ha dedicado a recorrer las zonas de desastre percatándose directamente de los daños y dando palabras de aliento a las familias damnificadas a las que ya les llega ayuda material.

Es impresionante ver las escenas en las gráficas y videos que nos llegan.

Grato es observar como el Gobernador, alcaldes sureños y Secretarios del gabinete estatal recorren a pie las zonas inundadas, en algunos lugares con el agua arriba de la cintura del Gobernador Ordaz Coppel y al pecho de otros acompañantes.

Los críticos de todo pueden mofarse de ello, porque en sus mentes solo anidan las fobias pejunas o enfermas de rencores y sinrazones, pero lo que no alcanzan a entender sus enfermizas mentes es el gesto humanitario del gobernante y sus colaboradores que dejan la comodidad de las oficinas para ir al encuentro del dolor de las víctimas de la devastación llevando mensajes de solidaridad, de aliento y el compromiso de ayuda para salir de los problemas provocados por el ciclón.

Ese compromiso de ayuda debe ser de todos los sinaloenses.

Ayer, del sur del Estado llegó ayuda para los damnificados del norte.

Hoy nos toca a nosotros los del norte, los del centro norte y los del centro ayudarlos a ellos, a nuestros hermanos del sur.

Ya el DIF Sinaloa que preside Rossy Fuentes de Ordaz trabaja en acopio de ayuda. Lo mismo ha solicitado a los DIFs municipales.

El alcalde electo de Ahome Manuel Guillermo “Billy” Chapman se fue personalmente el miércoles al sur llevando ayuda para los damnificados de los dos municipios.

Son momentos de drama en el sur sinaloense.

Son momentos de solidaridad de los demás sinaloenses para con nuestros hermanos hoy en desgracia.

¡Es hora de ayudar!