Aranceles y traiciones al narco
Por Oswaldo Villaseñor…. La única verdad es la realidad;... Leer más →
Culiacán, Sin. De plano ayer las cosas en el Ayuntamiento de Culiacán no estaban saliendo bien. Primero fue un desorden con la agenda del alcalde Jesús Valdés Palazuelos, quien canceló varios eventos por la mañana, al grado de dejar plantado en uno de ellos al mismo gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel.
Una sesión de Cabildo que estaba programada muy temprano, se tuvo que realizar a media mañana y era para tratar el tema de las claves catastrales y que se refleja en las nuevas tarifas del Impuesto Predial.
En esta ocasión el aumento a las tarifas del impuesto mencionado no es lo malo. Sino el desplante que tuvo el regidor Faustino Hernández, quien pidió que como se trataba de una sesión privada, fueran desalojados los representantes de los medios de comunicación.
Así es que el asunto de las claves catastrales se trató en lo oscurito. Lejos de las orejas y las miradas de los reporteros, quienes en esta ocasión no fueron requeridos en el Cabildo.
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Ahora con la coyuntura que se abrió con la salida de Margarita Zavala del Partido Acción Nacional, para convertirse en aspirante a candidato independiente por la Presidencia de la República, le están tupiendo duro y a la cabeza a Ricardo Anaya, líder nacional de ese instituto político.
Están muy lejos los tiempos en que casi todos le daban por el lado y se sometían a las imposiciones autoritarias del líder del blanquiazul.
Ya son muchos quienes se han manifestado inconformes con esos desplantes de poder y han optado por volar al lado de Margarita Zavala para apoyarla en sus aspiraciones desde las filas del PAN.
Los integrantes del Frente PAN-PRD-MC ya andan muy nerviosos sobre todo porque temen que los expedientes que tienen en contra de Ricardo Anaya por la fortuna que amasa su familia les puede hacer un escándalo mayúsculo de cara al proceso electoral del 2018.
En su tiempo, luego de varios catorrazos, Anaya, también buscó el abrigo de Margarita Zavala, pero ella ahora está fuera del blanquiazul. En días pasados, también convocó a todos los gobernadores del PAN para que le dieran el espaldarazo, pero su convocatoria no tuvo eco ya que solo asistieron tres de ellos: Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, Kiko Vega, de Baja California y Miguel Márquez, de Guanajuato.
Eso le manda una señal muy mala a Ricardo Anaya, o sea que la fractura dentro del PAN no es sólo una fisura, sino fractura expuesta; porque los gobernadores panistas están jugando haciéndole ojitos al calderonismo que ahora encabeza Margarita Zavala.
Aunque con muchos recursos con los que cuenta el PAN, Anaya tiene las herramientas necesarias para mover los hilos del poder para ser el candidato presidencial del frente.
Dejando en claro que tendrá que llegar a acuerdos con Alejandra Barrales, del PRD y con Dante Delgado, del Movimiento Ciudadano.
La estrategia es muy clara, cada vez que sale algo en contra, Anaya mueve su poder y contra ataca de manera desmedida pero aquí la gente de a pie ya no le cree y con todo lo que está sucediendo se están formando su propia opinión.
