Por Víctor Manuel Bustamante
La legislatura sinaloense que concluye el próximo 31 de septiembre dejará muchos temas pendientes a los que tomarán protesta el primero de octubre. A los todavía legisladores locales se les está yendo el tiempo en ver si se ponen de acuerdo para un periodo extraordinario. Mientras el priista Jesús Hernández Chávez argumenta que no están listos los dictámenes, panistas, perredistas y pesistas señalan lo contrario y lo acusan de frenar un extraordinario y con ello, la aprobación de varias reformas. Son varios los temas que tendrán que ver y votar, ya sea a favor o en contra los que se vistan como diputados a partir del día uno de octubre, entre los que destacan los matrimonios igualitarios, la ley orgánica del propio congreso del Estado, la ley indígena. Y ya le ven los orejas al diablo cuando se trata de los matrimonios entre las personas del mismo sexo y conocer si van a proceder en congruencia o bajo la presión de sectores retrogradas de la sociedad sinaloense. Y qué decir del desafuero, que PAS y PRD ya lo pusieron sobre las mesas de los debates. Esperemos que los nuevos diputados dejen de practicar la ley de la congeladora. La sociedad cada vez más despierta y a lo mejor se lo reclama en sus caras. Y el 2018 ya está muy cerca.
LA INTENCION DEL VINY DE ASALTAR AL PRI
Todo parece indicar que el actual alcalde de El Fuerte Marco Vinicio Galaviz está dispuesto a hacerle la vida de cuadritos a Nubia Ramos Carbajal, cuando este asuma como alcaldesa del Pueblo Mágico. Lo decimos porque intenta tomar control del PRI fortense, imponiendo a abiertos enemigos de Nubia Ramos, para desde ahí torpear el quehacer gubernamental. Para eso financia a Benito Quintero, sin dejar de operar en el Partido Verde, o sea en dos aguas. Por si eso no fuera poco, también pretenden tomar el control de la Asociación Ganadera y del Comité Campesino de Jaguara y El Fuerte. Todo lo anterior quedo de manifiesto en una reunión que ese grupo tuvo el pasado domingo y en donde Benito Quintero dijo contar con el respaldo de Jesús Vizcarra. No creemos que Nubia se quede con los brazos cruzados.
