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Marco Antonio Lizárraga…
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El que parte y comparte
DEBATE
Andrés Manuel López Obrador se les va como agua en las manos a los aspirantes presidenciales, luego de haberse celebrado el primer debate de candidatos en el Palacio de Minería la noche de este domingo.
Los pronósticos fueron certeros, los otros cuatro aspirantes se irían a la yugular del eterno candidato presidencial, a quien en cuanto tuvieron oportunidad de darle un llegue lo hicieron y con contundencia.
En una encuesta que nos llegó luego de concluir el debate, nos sorprendieron los números, pues AMLO y Ricardo Anaya Cortés aparecen con un empate técnico en la respuesta de la gente de cómo percibió el debate.
Lo importante de este tema, es que lejos, pero muy lejos apareció José Antonio Meade Kuribreña con la intención de la gente de que el fue el ganador de este debate y no comentar a Margarita Zavala y Jaime Rodríguez que apenas mancharon el tintero.
El tema fue claro, AMLO no se iba a exponer, fue mesurado, consciente de que había mucho en juego en esto, y lo cumplió defendió su proyecto, así como puso de ejemplo su periodo de gobierno hace bastantes años.
El hecho está en que AMLO fue prudente con todo, además que no respondió con molestias ni enfados las preguntas y mucho menos las réplicas que fueron respuestas contundentes para sus adversarios.
De hecho hasta contabilizando el número de agresiones y ataques durante este debate presidencia donde en total, fueron 65 los ataques que se realizaron entre ellos y sólo 52 propuestas.
Y hasta en este conteo el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, fue quien recibió más golpes de todos sus candidatos, Ricardo Anaya tuvo 14 golpes en total, Meade con 7 y Margarita sólo uno, mientras que a Jaime Rodríguez nadie lo peló
En un conteo, los candidatos que tuvieron un mayor número de acusaciones fueron Ricardo Anaya y José Antonio Meade con 17 mientras que el Bronco tuvo 15 alusiones,, Margarita Zavala con 14 y Andrés Manuel con dos.
Lo comentamos en un principio, que esto se iba a poner interesante una vez que el primer debate comenzará a tomar forma, pero parecería que las propuestas quedaron en el abandono.
El enfoque de atacar a López Obrador fue el motivo por el cual las cosas no funcionaron como debería, y ya vemos más tarde, cuáles fueron los resultados, en el primer estudio que tenemos colocan a AMLO como el ganador del debate con un 40 por ciento, mientras que Anaya con un 39 por ciento.
Meade se cae para los ciudadanos como el ganador de el debate y lo manda hasta la tercera posición.
Pero la cuestión es que los se privilegió el ataque sobre la propuesta y es aquí donde pueda existir un desinterés de quienes estaban todavía indecisos y al ver que todos los políticos son iguales puede afectar pronto la intención del voto.
Y para muestra, en la primera ronda del debate, existieron al menos 25 ataques entre los candidatos, siendo Jaime Rodríguez “El Bronco” el candidato con el mayor número de incidencias con ocho acusaciones, una a Margarita Zavala, una a José Antonio Meade, dos a Ricardo Anaya y cuatro a Andrés Manuel López Obrador.
Sobre esto, Ricardo Anaya y Margarita Zavala fueron quienes presentaron más propuestas presidenciales, con cinco cada uno.
Para la segunda ronda surgieron 28 ataques entre los participantes, siendo José Antonio Meade el candidato con mayor número de acusaciones con ocho ataques, cinco a Andrés Manuel y tres a Ricardo Anaya; Jaime Rodríguez con siete acusaciones: cuatro a Andrés Manuel, una a Anaya y dos a Meade y Margarita Zavala con siete, tres a Andrés Manuel, dos a Anaya y dos a Meade.
En este tema es justo decirlo que José Antonio Meade y Ricardo Anaya con cinco propuestas cada uno, pero también no sólo fue miel sobre hojuelas.
Par concluir, hubo 12 ataques entre los candidatos, en esta última parte fue Ricardo Anaya quien destacó con cinco de acusaciones contra Andrés Manuel López Obrador.
Con el tema de las propuestas Ricardo Anaya fue también el candidato quien tuvo mayor participación nombrando cinco propuestas.
En suma podríamos sacar estas conclusiones, AMLO se comportó como el líder de las encuestas, y él se mantuvo franco en su estrategia, centrarse a anular a los rivales confiado en su condición de líder en las encuestas.
Cual si fuera un muñeco de trapo, AMLO recibió golpes toda la noche, y aunque a veces se mostró lento en las acusaciones, pero salió bien librado, aunque esto de no mejorarlo puede que sea un lastre para los próximos días de campaña.
Y se vio bien lo que se analizó en su tiempo, la táctica de los candidatos es golpear al puntero fue más que evidente.
De las propuestas más atacadas, fueron su proyecto de amnistía a los narcotraficantes y su oposición a la creación de un fiscal anticorrupción independiente.
En este rubro AMLO salió bien librado.
López Obrador, se limitó a responder preguntas concretas, movimientos más que ensayados, que para muchos predecibles, pero que resultado efectivos para atacar a la “mafia” del poder.
Pero también, insistir en que está guiando “la cuarta transformación” en la historia de México, evocar a Madero y a Juárez, y prometer que reducirá los salarios de los funcionarios que perciben más dinero, fueron estrategias que le pegaron y funcionaron.
Uno de los frentes abiertos que tendrá López Obrador lo tiene alguien que no tiene nada que perder, y ese es el Bronco, Jaime Rodríguez.
El gobernador con licencia de Nuevo León no se ahorró ninguna jugada de fantasía: mostró una bala para hablar sobre la inseguridad, pidió a la gente que le escribiera por Whatsapp, prometió “mocharle” la mano a quien roble.
En suma López Obrador despega, y parece que ya nadie lo deteiene.
A quien no le fue muy bien en el debate fue a Margarita Zavala quien se mostró más insegura, mostrando dificultad para encontrar las palabras que quería usar, usando un lenguaje corporal poco convincente.
La candidata le dio algunas pataditas minis a López Obrador, intentó desmarcarse de la asociación con su marido, Felipe Calderón, y explotó ganarse el voto femenino.
En el caso de Anaya, el es estudioso, obsesivo, por lo que actuó sin titubear, usó gráficos para dañar a su principal rival, y también entregó para llegar.
Meade Kuribreña se concentró tanto sus esfuerzos en atacar a López Obrador que se olvidó a qué juega. Si el “Peje” tiene sus lugares comunes, Anaya su aplicación encarnizada, el “Bronco” sus ocurrencias y hasta Margarita tiene su inseguridad, Meade se limitó a cumplir; dio lo suficiente para superar el trámite del partido y nada más, pero además le faltaron el producto de gallina.
El debate presidencial dejó en ascuas a la gente, porque no hubo nada.
mlizarraga1@entreveredas.com.mx
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